La creatividad es un don, compartido por un sinfín de personas que persiguen hacer volar su imaginación y conseguir que su obra, no importa en qué en qué soporte se realice, guste a los demás y pueda conseguir que nos sintamos satisfechos de lo que hacemos, sobre todo si lo que creamos despierta también la admiración de otras personas. Es entonces cuando se funden las alas de la creatividad y somos capaces de hacer posible que podamos sentir la misma satisfacción en un libro que llega a nuestras manos que en la belleza que nos llega a través de una jarapa. En realidad, tienen mucho que ver entre sí: La jarapa, como el libro, se hace partiendo de la idea de crear belleza y, en ambos casos, lo vamos haciendo con el mismo esmero y cuidado para que su resultado sea bello. Al escribir un libro, vamos tejiendo palabras, eligiendo las más hermosas y siempre intentando que resulte agradable cuando llegue a las manos del lector. Al hacer una jarapa, las palabras son retazos de hilos y de telas que van formando un lenguaje de color que, poco a poco, igual que pasamos las páginas de un libro, se va transformando en una obra de arte, con todo el valor que encierra lo artesanal, ese ancestral arte que nunca debe morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario